Santidad es el nombre de nuestra vocación de bautizados. Al decirle a un catecúmeno: "Vas a recibir el bautismo", significa lo mismo que él se pregunte: "¿Voy a volverme santo?” No hay escapatoria para nadie. "Esta es la voluntad de Dios, tu santificación" (1 Ts 4,3) "Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto". (Mt 5,48)
Era voluntad del Padre que Cristo se consagrase en la cotidianeidad: ¿Qué significa esto? Esto quiere decir que ahora debo comprender que para sentirme santo no he de hacer cosas extraordinarias, me basta vivir el presente haciendo con amor la voluntad de Dios que se manifiesta, día a día, momento por momento. Domingo Savio demandó un día a Don Bosco: "¿Qué cosa debo hacer para hacerme santo? Don Bosco no le aconsejó hacer penitencia ni largas plegarias. Le dice simplemente: "Haz bien tus deberes y ayuda a tus compañeros a ser más buenos".
Librémonos de la falsa idea que teníamos sobre lo que Dios exige de nosotros: Dios es Padre bueno y compasivo, conoce nuestra fragilidad, nuestra incertidumbre, nuestro temor: sabe que somos limitados. ¡Atentos a cualquier escrúpulo que nos haga perder la paz! Leamos lo que escribe San Francisco de Sales: "Les he dicho muchas veces que, en la práctica de la virtud no necesitamos ser muy meticulosos, necesitamos proceder serenamente, francamente y simplemente, con libertad, a la buena, en grosso modo... el deseo de tener en la vida a nuestro Señor, es tener un corazón abundante y grande, pero humilde, dulce y constante". (A Madame de Chantal, 1-11-1604)
Imitemos a la Beata Alejandrina, ella convirtió su vida ordinaria en gestos extraordinarios de amor a Dios, lo alababa en los gestos ordinarios que tenía para sus semejantes, al aceptar la vida diaria que tenía que vivir, paso a paso, minuto a minuto, cada sufrimiento era un acto de amor a Dios. Como ella, abramos nuestro corazón a la palabra de Jesús: Ven, siervo bueno y fiel, ya que has sido fiel en lo poco, yo te confiaré lo mucho: ven a tomar parte en el gozo de tu Señor (Mt 25,21)
Yolanda Astrid
25 novembro 2006
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